EL GRAN NÚMERO
Incluimos este poema de la
poetisa polaca recientemente fallecida Wislawa Szymborska que tiene un tema
infrecuente: las matemáticas, y en concreto el número irracional más
importante. El tratamiento del tema es el clásico en la autora polaca y combina
ingenuidad y perspicacia de manera muy personal. A mi entender el interés
poético se encuentra en los dos versos finales: ‘la perezosa eternidad’ y la
idea de meterle prisa ¡para la permanencia! El resto del poema parece dirigirse
a un público infantil e ilustra el concepto mismo de número irracional, que es
la manera breve de decir que tiene infinitas cifras decimales no periódicas, y
por este mismo hecho no se puede expresar como una fracción. Una de las cosas
que más llama la atención de este número maravilloso es que, pese a su origen
geométrico, aparece en multitud de resultados algebraicos que en apariencia
están muy alejados de la geometría, aparte de figurar en la fórmula que es
unánimemente considerada como la más bella de las matemáticas:
e2Pi – 1 = 0
por cuanto incluye el número e, de naturaleza infinitesimal, el número pi, de origen geométrico, el número complejo i, los elementos neutros de la suma y la multiplicación (esto es, el cero y el uno) y el número 2, único número primo par. Es sorprendente que países matemáticos tan alejados confluyan de manera tan simple.
El
número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco décimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también transcurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco décimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también transcurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.
e2Pi – 1 = 0
por cuanto incluye el número e, de naturaleza infinitesimal, el número pi, de origen geométrico, el número complejo i, los elementos neutros de la suma y la multiplicación (esto es, el cero y el uno) y el número 2, único número primo par. Es sorprendente que países matemáticos tan alejados confluyan de manera tan simple.